Las palomitas de maíz son un alimento saludable. Más de lo que mucha gente pueda pensar. Sobre todo porque tiene un contenido en fibra muy elevado, además de antioxidantes, vitaminas y una larga lista de minerales. Todo eso hace que su consumo no deba limitarse a las veces que vemos una peli en casa o en el cine, sino que debería estar más presente en nuestra dieta habitual por todos sus beneficios.
Por ejemplo, el hecho de se trate de granos de maíz enteros y naturales explica su alto contenido en fibra. Y en el salvado se encuentra también buena parte de los minerales como el hierro, el magnesio y el manganeso, y de las vitaminas B y E. Todo esto favorece, y mucho, el tránsito intestinal, evita el estreñimiento y ayuda y mejora el proceso digestivo.
Quizá por este motivo, las palomitas de maíz ya las consumían antiguas culturas, sobre todo en América Latina donde se produce mucho este cereal. Cuentan que existían antiguos pueblos que ya hacían estallar los granos depositándolos en arena ardiente. También había pueblos que los depositaban sobre piedras calientes y jugaban a capturarlas mientas estallaban a causa del calor. Por otro lado,las antiguas leyendas mejicanas relatan cómo se introducía el maíz en las urnas fúnebres, para asegurar su sustento durante su viaje a otra vida.
Con el paso de los siglos, los herreros fabricaban pequeños conos de hierro que se calentaban al fuego con los granos en su interior. Y ya en el año 1885 un señor llamado Charles Cretors creó la primea maquina de palomitas de la historia en Chicago, Illinois. El invento tuvo muy buena acogida y le incorporó, años más tarde, un carro para la venta ambulante de palomitas. Luego llegaría la primera versión eléctrica y su posterior comercialización. A partir de aquí, el invento ha ido evolucionando hasta llegar a la multitud de marcas y modelos que hoy encontramos en el mercado. Desde palomiteros industriales hasta aparatos caseros del tamaño de un exprimidor, que nos permiten disfrutar en cualquier momento de este aperitivo rico y saludable.
Y acentuamos lo de saludable porque, además de todas las propiedades descritas al principio de este artículo, es que la ingestión de palomitas reduce el exceso de colesterol de las arterias y disminuye la posibilidad de padecer enfermedades del corazón. También combate el exceso de azúcar en la sangre, ya que su extraordinario aporte de fibra la regula. Por este motivo, las palomitas de maíz son un alimento muy recomendable para los diabéticos. Y, otra virtud saludable de este producto: investigaciones recientes demuestran la presencia de grandes cantidades de polifenólicos en las palomitas de maíz, un antioxidante que las equipara a las frutas y las verduras. Estos compuestos luchan contra los radicales libres, relacionados con enfermedades como el cáncer. También se le atribuyen propiedades contra el envejecimiento y ayuda en los procesos de pérdida de peso por su escasa aportación calórica. Eso, sí. Hay que tener en cuenta que todos estos beneficios se refieren a las palomitas de maíz sin aderezar. Es decir, al cereal sin añadirle aceite, mantequilla, sal, azúcar u otros condimentos que, evidentemente, sí que incrementan su valor calórico.
Cuando los españoles llegaron a América, los indios les dieron la bienvenida con collares hechos a base de palomitas de maíz. Si aquellas culturas tan antiguas ya idearon la manera de conseguir este snack tan sabroso y divertido, no hay motivo para que tú mismo no puedas tener en casa una máquina de palomitas que te permita disfrutar de él cuando quieras, como quieras y con quien quieras.