Las palomitas de maíz son tan atractivas para los niños como para los adultos de la casa y es realmente difícil encontrar a una persona que no las consuma, al menos de forma ocasional. Si pensamos en la posibilidad de conseguir nuestra propia máquina de palomitas, lo primero que nos solemos preguntar es ¿cuál elegir?
La diferencia entre una máquina profesional y una casera no sólo radica en su modelo, también en sus posibilidades de uso. En el mercado actual existe una gran variedad de modelos, por eso en este post te ayudaremos a que encuentres la más apropiada para ti.
Las máquinas de palomitas profesionales son mucho más grandes.
Generalmente tienen ruedas para hacer más sencillo su desplazamiento y pueden hacer gran cantidad de palomitas a la vez. Por el contrario, la máquina de palomita casera es mucho más pequeña y se puede colocar sobre cualquier superficie. Naturalmente, puede hacer menos palomitas a la vez, por lo que solo es apropiada para una familia mediana, o para reuniones pequeñas. Eso sí, funciona muy rápido, de manera que siempre puedes ir a por una nueva ronda en lo que sirves la primera.
Además, su diseño suele ser muy atractivo y algunas integran un sistema cilíndrico de aire caliente que permitirá que prescindas del aceite, algo imposible de conseguir con los modelos clásicos. Otra ventaja de la máquina de palomitas casera es que generalmente portan su propio recipiente para servirlas, o sea, que se hacer y se sirven al mismo tiempo.
La gran desventaja, en definitiva, es que son más pequeñas que las profesionales, por lo que no te será útil para grandes demandas. En términos cualitativos, ambas son igual de eficientes y su rapidez dependerá del modelo que hayas elegido.